Ser Nada
Una radiante mañana del día 18 de enero de 193 nace un pequeño que en su adultez estaría destinado a revolucionar con sus ideales la moral tradicional colombiana, llamado Gonzalo Arango Arias. Tuvo una adolescencia marcada por la violencia bipartidista y la hegemonía de la Iglesia Católica sobre la educación además de contar con una gran autoridad política social y cultural al revisar y censurar el material intelectual de la época. Todos estos elementos influirían en la vida y obra del autor, el cual crecería con espíritu rebelde y al mismo tiempo de amor por su patria.
​
En 1947 inicia sus estudios de derecho en la Universidad de Antioquía pero tres años después la deja para dedicarse por completo a la literatura, la cual inauguraría con su obra “Después del Hombre” cuando estalló el golpe de estado de Gustavo Rojas Pinilla constituyó para muchos la manera para solucionar la crisis política y violenta del país, entre ellos estaba el Profeta que perteneció al Movimiento Amplio Nacional. Un movimiento que respaldaba al dictador pero al derrocar a Rojas, el joven Arango tuvo que huir de la ciudad de Medellín porqué era un miembro visible del Rojísimo.
​
El exiliado llega a la ciudad de Cali en 1957 sin rumbo fijo y es en medio de la bohemia de la capital vallecaucana en donde se da el origen de lo que llamaría Nadaísmo, por la deshonra de haber apoyado una causa perdida y la sensación de estar sin rumbo, si nada, lo llevan a buscar a otros contemporáneos que como él compartieran su pensamiento de la sociedad.
​
​
Los primeros que se unieron al Nadaísmo fueron Alberto Escobar y Amílcar Osorio, entre los escándalos más destacados de este grupo fueron la quema de la literatura colombiana, el sabotaje del I Congreso de Intelectuales Católicos por último y de trascendencia internacional el sacrilegio presenciado en la Basílica de Medellín.
​
El año 1970 es considerado el fin del Nadaísmo cuando su progenitor dio un cambio a su vida y decidió alejarse para siempre del movimiento. Aunque la corriente haya finalizado siguió siendo materia de estudio puesto que constituyó una auténtica revolución literaria en Colombia porque manifestaban su inconformidad con el orden social reinante del bipartidismo político, el conservadurismo social, la burguesía y las revoluciones de masas con fines totalitarios.
​
Fue el 25 de septiembre de 1976 a la edad de 45 años que la llama de los ojos del Profeta se extinguió para siempre debido a un trágico accidente automovilístico, dejando un legado histórico, literario, artístico e ideológico que marcó la historia de la sociedad colombiana.
